Carta a Turquesa 2 de Gabriel Summers


Es difícil dejar de extrañarte Turquesa, es difícil porque usted y yo conectamos desde ese primer vistazo. En ese minuto, nuestras mentes pensaron lo mismo en un coro silencioso, y esas miradas hicieron ruido en nuestros corazones. Te extraño, en mi boca creada por tus besos, en mi sonrisa de tranquilidad infinita,
en sus ojos mustios, donde solía pintar alegrías en las paredes inmortales de tu alma, en mi pecho donde reposó varias veces el cansancio de su jornada, en mi mano donde se apoyaba con su mano, en las paredes de su casa, en el espejo que reflejaba nuestras imágenes, en el silencio después de hacer ruido, en la noche cuando éramos día, en el día cuando solíamos ser mañana, y sobre todo en la mañana cuando terminábamos siendo desayuno, en la calle disimulados, en la despedidas antes de la falsa despedida, en su luz cuando oscurecía.


Los senxuales muslos de Turquesa


Te extraño hoy, con esta nube sobre mí, con este frio que me arropa, con este silencio que me ensordece, con esta tristeza que me acompaña en la soledad del recuerdo. Desde que no estás el tiempo se deteriora como papel viejo en la lluvia, donde cada palabra se borra y se pierde en los ríos callejeros de mi barrio, en las alcantarillas donde va a morir todas las porquerías del mundo. Sin embargo, no alcanzan los drenajes para llevarse tus ausencias de mierda, ni esta nostalgia que cada día me mata lentamente, pero me mata, me vuelve loco el corazón, me sofoca el existir. Te confieso que ya no tengo miedo de morir o podría decir de vivir, porque ya estoy muerto en esta existencia. Podría decir que estar lejos de vos es una forma de estar muerto en esta vida, es vagar por el mundo sin encontrar salvación, es ver el mundo tan mal cogido como es. Se podría vivir mejor, pero lo [mejor] está distante en tu burbuja, en esa luz que sostienes en una vela, salvándola del viento y tratando de que no se te derrita la cera, si es que ya no eres la candela y la cera que lucha.


Hay algo magico entre Turquesa y Jamesoir

Escribo estas cartas para poder construir un puente entre tu distancia y la mía. A ver si algún día te alcanzo o tal vez me alcances y podamos ser inmortales en el amor. Pero hoy no, hoy es sólo un pedazo más de camino que voy ensamblando para aguantar un poco más. Yo también estoy luchando, y aunque tú lucha es más fuerte que la mía. La mía, esta lucha, me hace recibir golpes de silencio y abandono.

Jamesoir.

4, av. HAUTE VUE.