
La
humanidad suele aferrarse a la muerte, antes de la muerte
nos
adelantamos a esa extinción
caminamos
esparciendo nuestras cenizas por el tiempo
Se
aferra a la muerte el que marcha con miedo a morir
quien
no se atreve a cruzar ríos llenos de cocodrilos
quien
le cede la victoria al vértigo en las alturas
quien
no camina por pasillos nublados de oscuridad
quien
no salta un vacío para llegar al otro punto
quien
llora la pérdida de un ser querido
quien
viuda a la pareja
quien
cae en los duelos de las ausencias
y así toda limitación y pena nos coloca del lado de la muerte
aunque
se esté vivo y nos queden años por vivir.
Nadie
entiende, que cada miedo es una condena
es
un paseo entre la sombra
y a la muerte, que no vive
le
obligamos a vivir
ignorando
que la vida le puede obstinar
ignorando
que huimos a algo que ya nos alcanzó
ignorando
que esa puerta está
pero
que se abrirá en su momento
ignorando
que avanzar es vivir
que
errar es vivir
que
cortarnos y tener las manos
llenas
de sangre es vivir
sentir
dolor es vivir
ser
rechazado es vivir
mojarse
bajo la lluvia es vivir
incluso
aceptar la llegada de la muerte
ese
último grato acto es vivir.
Para
todo lo contrario, ya se vive muerto.
Gabriel Summers © 2017. Todos los Derechos Reservados.